Llegada a París...Pálida y fría la madrugada Parisina. Frio de Marzo era, y la bruma baja y fría animaba a recogerse tan pronto como el taxi nos acogiera. Atrás, quedaba la estación repleta de abufandados viajeros entretenidos en sus cuitas. Al fín, el bendito TAXI nos dio la "bienvenida". Enfilando las calles recien despiertas y que daban cobijo a los madrugadores. Pasada la amplia avenida y girando a la derecha el Hotel,...Confortable nos esperaba. Impresionantes los alargados ventanales con blancon visillos que miraban a la calle y por los que se filtraban los primeros rayos del madrugador Sol-matutito.
-París nos esperaba, exclamé!..... para recorrerlo y vivirlo intensamente hasta recordarlo por siempre.............Marianarij
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